Sin ninguna duda el mejor lugar para ver lobos en libertad en España es en la Sierra de la Culebra. No tanto por la densidad de población de canis lupus signatus  existente en este territorio, la cual  siempre se puede mejorar, sino por la orografía tan suave que presentan estas montañas loberas. En estos lugares no existen grandes cumbres, siendo la altitud más alta Peña Mira con 1241 metros de altura. Todo ello permite que existan oteaderos  en la zona en donde con un poco de suerte se puede avistar al lobo ibérico en sus correrías. Es también indiferente la época del año que elijas para visitarnos  ya que aquí en estas tierras es cierto que aprieta el frio pero la nieve apenas hace acto de presencia y todas las estaciones son buenas para ver a nuestro preciado amigo. Cada época del año nos permite ver a la fauna de modo diferente. En otoño los cachorros de lobos, ya siendo casi del tamaño de los padres se dejan ver por los cortafuegos, la berrea de los ciervos activa su espíritu cazador y los hace más salvajes, en invierno se suele ver al lobo más en manada y es posible ver diversos ejemplares juntos. A medida que avanza esta estación, las lobas entran en celo y la Sierra de la Culebra se convierte en cómplice silenciosa de lances atávicos. En primavera  ya con los cachorros en los cubiles las manadas  activan sus cacerías para alimentar sus camadas. En verano el lobo pierde parte de su pelo para aguantar mejor el calor pero le gusta dejarse ver las horas previas a la puesta del sol y en las primeras luces del alba.

En La Culebra siempre ha existido el lobo, no se puede entender la cultura de las cuatro zonas que la integran, Sanabria, Carballeda, Aliste y Tabara sin conocer al cánido. Este ha sido inspirador de leyendas, mitos, cuentos y también fue y sigue siendo protagonista de las infinitas horas que las gentes de estos lugares han pasado frente a la lumbre.

En estos parajes no hace falta ver al lobo, este se barrunta en cada sonido, cada roble, cada escoba, cada urz. Si ves un ciervo puedes observar al lobo en sus ojos, los jabalíes lo huelen a mucha distancia y los corzos ladran cuando los córvidos graznan avisando del paso del más perfecto cazador que existe en la Península Ibérica.

La Sierra de la Culebra tiene el perfume del lobo.

En esta zona lobariega cuando el sol se pone, la noche no queda en silencio. Seres nocturnos ululan y hacen notar su presencia. Tenues batidos de alas cortan sutilmente la noche buscando roedores. Buhos, mochuelos y lechuzas rompen la noche de luna oscura hasta que todo queda en silencio y el aullido del lobo hace acto de presencia. Si la noche es fría se vuelve más fría, pero más hermosa.

Desde www. aherca.com intentamos vivir contigo una experiencia fascinante en la que tú y el lobo seréis protagonistas.